El concepto de estrategia empresarial de superación, en esta crisis, está muy ligado al concepto de superación personal y tecnológico.

El mundo se ha paralizado, las medidas de contención del contagio nos obligan a quedarnos en casa, a limitar el contacto humano sólo a lo meramente necesario e imprescindible y la mayoría de las empresas han cerrado temporalmente sus puertas.

Recordando a Maslow

En 1954 el sabio Maslow usó una pirámide para representar la jerarquía de las necesidades humanas.

El virus COVID-19 ha sido como el avión del 11S, solo que esta vez en lugar de rascacielos, ha ido a golpear directamente la tercera planta de esa pirámide de las necesidades: el nivel de las relaciones sociales, afectivas, el nivel de la libertad de movimiento, de viajar y estar donde se quiera con quien más se quiera.

Toda la pirámide ha temblado, sólo permanece algo más estable la base: los bienes de primera necesidad, como la comida e higiene, si bien la salud ha quedado apuntalada con chinchetas.

Estamos viviendo una situación que nadie podía imaginarse, una verdadera pandemia que está colapsando el sistema sanitario de medio mundo y donde la única cura, de momento, es el aislamiento.

Y mientras los Gobiernos y las Organizaciones están evaluando las maniobras más convenientes para seguir garantizando el primer nivel de la pirámide e intentar restablecer cuanto antes también el segundo nivel (la seguridad tanto sanitaria como económica), somos las personas, cada individuo particular, que estamos llamados a la acción.

Como soldados de esta guerra, a diferencia de nuestros antepasados, sólo estamos llamados a quedarnos “cómodamente” en casa.

Podría parecer un buen plan, si no fuera que esto conlleva grandes repercusiones económicas y para muchos hasta psicológicas.

 

Reconstruyendo la Pirámide de las necesidades

Las personas somos seres sociales, por eso este virus nos ha afectado tanto.

Necesitamos sentirnos cerca de los seres más queridos, seguir compartiendo momentos aún estando físicamente en la distancia.

Necesitamos reconstruir la pirámide.

Por eso, tras un momento de incredulidad, desde el primer día estamos buscando cualquier medio para sobrellevar tan inesperada situación de confinamiento y de parón económico generalizado:

  • una llamada a ese amigo al que no oíamos hace tiempo;
  • una avalancha de memes que saturan nuestros whatsapp para inspirar una sonrisa;
  • una nueva receta para endulzar la reclusión;
  • un enlace a noticias y bulos que crean debates online;
  • una clase de zumba en directo vía Instagram para incentivar el movimiento y distraer la mente;
  • la experimentación de los mayores con la tecnología para ver a sus hijos y nietos y hasta para jugar un parchís por video-llamada;
  • un aplauso desde los balcones para agradecer y apoyar el gran trabajo de los nuevos héroes silenciosos;
  • un coro único sobre las notas de “Resistiré” para animarnos a la resiliencia (esa palabra tan de moda ahora, porque es cuando mejor la estamos entendiendo).

En fin, el hombre por naturaleza está llamado a la supervivencia y por eso, especialmente en los momentos más difíciles, es cuando se las ingenia y sale a la luz toda su creatividad para superar esas dificultades y avanzar de nivel en la pirámide.

Esto es, lo que yo llamo, estrategia de superación.

 

Debatiendo sobre estrategias empresariales

Hace poco más de un mes, en el sector hotelero, se estaba mirando con entusiasmo a la nueva temporada, la Semana Santa ya estaba más que cubierta y había una buena previsión para el verano.

Hoy, ya no hay el mismo entusiasmo en este sector, que también se coloca en ese tercer nivel de la pirámide, el más golpeado.

    Muchas empresas ya han activado los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y esperan con ansiedad y preocupación, las posibles ayudas económicas que el Gobierno y la Unión Europea tardan en confirmar.

    Mientras tanto, las empresas más ágiles no pierden tiempo, se reorganizan, trabajan desde remoto (aunque sea a tiempo parcial) y ofrecen sus propias soluciones. 

    Las empresas y hoteles más tradicionales ahora están en un gran rompecabezas y el debate sobre qué soluciones adoptar está muy vivo: flexibilizar la política de cancelación, reducir las tarifas, hacerse con los bonos del Gobierno, revisar los contratos con Wholesalers y OTA’s, intuir si va a haber alguna quiebra y, como es normal, estimar cuándo todo volverá a la normalidad.

     

    La nueva normalidad: un salto al océano azul

    Y aquí lanzo algunas preguntas, para que el rompecabezas sea aún más entretenido:

    ¿Creéis que todo volverá a la normalidad tal y como la conocemos, que los clientes volverán a viajar y querer lo mismo que antes?

    Es más, ¿Realmente queréis volver a esa normalidad, dónde muchos sienten que han perdido el control sobre su propio hotel y que le impide ahora definir una estrategia clara?

    Lo más probable es que no cambiará todo de la noche a la mañana, la recuperación será lenta y progresiva.

    La desintermediación que muchos aclaman, tampoco será inmediata, pero quizás sea éste el mejor momento para calzarse las botas, armarse de tijeras y empezar a abrir ese camino. Recortar las ramas secas y usar la leña para construir nuevos puentes, más cortos y más directos hacia el cliente.

      Es el momento de optimizar recursos, demostrar competencias y explotar las tecnologías y las redes sociales, esas mismas tecnologías que para muchos suponían una amenaza y que ahora se han convertido en grandes aliadas para combatir el aislamiento social.

      Es el momento de explorar el océano azul.

       

      Estrategia de superación

      En España el uso de los medios de comunicación, y especialmente de las redes sociales, ha crecido un 55% durante esta pandemia.

      ¿Casualidad?

      Son recursos gratis y al alcance de todos.

        Yo diría que es un dato muy interesante a tener en cuenta.

        Ya sabéis que, definir estrategias de marketing en base a datos, incrementa del 20% los ingresos y reduce del 30% los costes y que, las series históricas, el YoY o el YTD, quizás sean ahora, en esta situación tan excepcional, menos influyentes.

        Así que definir una estrategia empresarial de superación, basada en las personas y moviéndose en su nuevo mundo digital, se ha convertido en una prioridad ineludible para cualquier empresa y especialmente para los hoteles.

         

        Reposicionarse en la Pirámide

        Los clientes están confinados, han tenido que renunciar a sus vacaciones, a sus escapadas y a sus sueños de verano. Solo esperan poder disfrutar, mientras navegan online en busca de esa buena noticia, de un mensaje que le haga sentir arropado, de un video que le haga sonreír y de una imagen que les haga seguir viajando, aunque sea con la imaginación.

        ¿Te has posicionado ya en este nuevo océano para que puedan encontrarte y recordarte?

          × ¿Cómo puedo ayudarte?